En 1957, abandonó Japón para vivir en Estados Unidos, donde participó indirectamente y a su manera, en la Psicodelia y el arte pop. Su trayectoria dio inicio cuando tenía 10 años, pintaba lunares y creaba impresionantes acuarelas. En sus obras podrás reconocer no solamente su talento, pero trazos obsesionados: frutos a lo que muchos atribuyen su enfermedad mental. (aunque la genialidad y la locura muchas veces son compañeros secretos)
Irreverencia y originalidad. Sus performances, en las que participaba exhibiéndose desnuda, ocuparon muchos titulares de periódicos de entonces. Pero también aporrearon su fragilidad.
La artista regresa al Japón en 1973 . Cansada mentalmente, donde vive definitivamente en un hospital psiquiátrico.
El Reina Sofía ofreció la primera antológica que se le ha dedicado en España. A lo largo de seis décadas, Kusama es conocida en todo el mundo por sus Accumulation Sculptures, obras en las que motivos como penes lunares y espejos se repiten de manera obsesiva. Pero también son impactantes sus primeros trabajos en papel, sus series de collages fotográficos alucinógenos, que creó al regresar a Japón o sus Infinity Net.
La reconstrucción del universo creativo de Kusama, precisamente sobre el antiguo hospital sobre el que se asienta el Reina Sofía, tiene mucho de fantasmagórico. Su peculiar forma de entender la figuración, la que la enfrentó a los popes del expresionismo abstracto norteamericano, es una búsqueda del espacio infinito a través de ambientes fantásticos. Precursora del arte feminista, su obra conmueve con un lenguaje en el que el dolor, se camufla con la fantasía.
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