Armando Díaz
La manifestación artística callejera en su informalidad tiene su aspecto de alta manufactura. No podemos confundir con el Graffiti vulgar el que solamente marca territorios y es una demostración anárquica de presencia. El street-art en su buena manufactura siempre la constante será: La manifestación artística como primaria intención conllevando en ella: la creatividad, espontaneidad y genial ocurrencia que podrán contener ideologías de protesta o inclusive hasta propuestas filosóficas.
En grandes espacios donde se pide permiso e inclusive llegan a cobrar buenas sumas para inmortalizar un muro, amen de la referencia que quedara plasmada. Un ejemplo es Banksy o Blek le Rat que llegan a cobrar sumas importantes por una pieza de su autoría o muchos propietarios de edificios darían grandes sumas por una obra de ellos plasmada en su propiedad; pero no siempre fue así, en sus principios eran perseguidos por la ley y siempre actuaban de incógnito, envolviendo en un glamour de misterio sus identidades y domicilio, llegando al nivel de leyendas y mitos urbanos.
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| La cerativa espontaneidad de Banksy |
Amados por algunos sectores de la sociedad y odiado por otros, el street art independientemente de los favores o no de la sociedad esta presente y evolucionando.
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| creatividad en un poste dañado |
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| El reclamo de la sociedad en manos de la ocurrencia espontánea. |
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| Grandes espacios se inmortalizan con estas manifestaciones artísticas |
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| creativa, fina y artistica propuesta de street-art. |
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